Escuela solidaria 2009

Escuela Nº 17 “Manuel P. Antequeda”,
Paraje La Argentina - Departamento Islas de Ibicuy
Entre Ríos

Este año, siguiendo lo planeado en el Proyecto Escuela, se retomaron los contactos con la nueva Directora, la Prof. Vanesa Gaona, y se dio inicio a la planificación de una nueva ayuda a la Escuela Antequeda.

Se le solicitó un detalle de las necesidades más importantes que tenían y la lista de los alumnos con una pequeña encuesta sobre sus gustos y características.

A partir de allí se recolectaron diversos elementos como ropa, zapatos, juguetes, útiles escolares y alimentos.

Además se llevó parte de un mobiliario que había sido donado por el Ministerio de Salud y que no sería utilizado en el CENS.

Como siempre, lo más difícil fue conseguir los vehículos para transportar todo lo reunido. En los canales oficiales no hubo ninguna respuesta. Pero allí apareció la disposición total de Hugo Piris y la ayuda de uno de sus amigos que con un camión de su empresa nos acompañó en la misión.

Luego de una larga preparación, finalmente en el amanecer del 29 de agosto cargamos todo lo recaudado y partimos hacia las islas del Ibicuy.

Descargamos el mobiliario y las otras donaciones que habíamos traído y, luego de una breve planificación y distribución de tareas nos pusimos manos a la obra para realizar los diferentes arreglos que necesitaba el edificio.

Troche y Bardanca, oficiando de experimentados plomeros, se dedicaron de lleno a destapar una cañería y regresar el agua a ese sector de la escuela.

Otros trepaban a los techos para analizar goteras y posibles arreglos.

En la cocina de la escuela se cambió de lugar una gran alacena.

El equipo de albañiles de trabajo fino, comandados por el especialista Benito Puente y su ayudante Carlos López, se dedicaron a colocar un piso de cerámicas.

El Director, Prof. Alberto Collaud, junto a Ruben Ayala fueron los encargados del diseño y la instalación de la biblioteca.

También se revisó la instalación eléctrica y se hicieron algunas reparaciones. Incluso se fabricó la estructura para un espantapájaros en la huerta.

El maestro cocinero, Hugo Píris, abandonó por un rato sus tareas de electricista y se puso junto al fuego a preparar unos espectaculares pollos al disco de los que apenas quedaron algunos huesos.

En el final de la tarde, con el sol casi en el horizonte, cansados pero con el alma bien llenita y cargada de emociones, emprendidos el regreso.